Porque amo a los niños estoy aquí.
Porque conservan en su mirada, la transparencia del alma.
Porque sus caritas enrojecidas,
despiertan la ternura y las ganas.
Por sus urgencias y sus ansias.
Porque todo cabe en el mundo de su imaginación
Y es necesario cultivar su interior... llenarlo de esperanzas.
¡Cuántas veces llegué a mi escuela,
Con miedo y un nudo en la garganta!
Sabía, lo supe siempre, ellos esperan el amor,
La cuota de ternura cotidiana.
¡Cuántas necesidades!
¡Cuántas urgencias!
¡Cuántas veces he pensado en la marginalidad que ciñe
Su educación, su salud, su vida, con la sociedad!
Hacer de estos niños que amo,
HOMBRES valiosos del mañana.
Resaltar sus valores.
Rescatar su sonrisa.
Engrandecer, con ayuda de Dios, su alma.
Hacerles comprender que en la vida, somos lo que queremos ser.
Que si luchamos, fortalecemos nuestra propia identidad,
Le damos gloria a nuestras raíces.
Que nada se nos regala, que todo se logra con esfuerzo.
Pero también con lágrimas.
Lágrimas que significan dolor, pero en definitiva,
Llevan a la realización del ser, como persona.
Por eso lucho y me quedo aquí,
Porque los amo y veo en ellos
La carita de los hijos que la vida me regala.
CON MUCHO AMOR.